Por Patricia Córdoba
¿Alguna vez has sentido que percibes el mundo de una manera más intensa que los demás? ¿Te preguntas por qué las cosas te afectan más que a otras personas? ¿Podrías ser una Persona Altamente Sensible (PAS)?
La Dra. Elaine Aron, pionera en la investigación de la alta sensibilidad, comenzó a estudiar este rasgo en la década de los 90. A través de extensas investigaciones y encuestas a miles de personas, descubrió que, aproximadamente, el 15-20% de la población tiene un sistema nervioso más sensible, lo que los hace procesar la información y los estímulos de manera más profunda.
De sus estudios surgieron cuatro características clave que definen a las PAS, resumidas en las siglas DOES. Vamos a desglosar cada una de ellas y cómo se manifiestan en la vida cotidiana.
Las PAS tienden a procesar la información de manera más profunda y detallada. Reflexionan mucho sobre sus experiencias y decisiones, a menudo analizando cada pequeño detalle.
2. Overstimulation
(Sobreestimulación)
Debido a su alta sensibilidad a los estímulos, las PAS pueden sentirse abrumadas rápidamente por entornos caóticos o ruidosos. Necesitan tiempo para descansar y recargar energías.
Las PAS experimentan las emociones de manera más intensa y son altamente empáticas. Pueden sentir el dolor y la alegría de los demás como si fueran propios.
Las PAS tienen una capacidad aguda para notar detalles sutiles en su entorno que otros pueden pasar por alto, como cambios en el tono de voz o pequeñas expresiones faciales.
Además de los cuatro pilares básicos, las PAS también pueden presentar otras tendencias, aunque no todas las experimentan:
Muchas PAS son altamente creativas y disfrutan de actividades artísticas como la pintura, la escritura o la música.
Las PAS pueden tener una fuerte tendencia hacia el perfeccionismo y la autoexigencia, esforzándose constantemente por optimizar sus resultados.
Suelen pasar mucho tiempo reflexionando sobre sus pensamientos y emociones, buscando comprenderse mejor a sí mismas.
A menudo encuentran paz y recarga de energía en entornos naturales, disfrutando de la calma que ofrece el contacto con la naturaleza.
¿Te identificas con estas características? Si es así, podrías ser una Persona Altamente Sensible.
Pero te recuerdo, como explico en otros artículos, que es importante que consultes con un profesional especializado en alta sensibilidad para que pueda valorar y discriminar entre AS y otras variables con las que se puede solapar como ansiedad, estrés postraumático, introversión, etc.
Si quieres que te ayudemos a evaluar tus rasgos de personalidad, escríbenos y encantadas pasamos a informarte.
Hola, soy la autora
Como psicóloga experta en Alta Sensibilidad, llevo más de veinte años ayudando a miles de personas a comprender y cuidar sus mentes sensibles, sus emociones y sus relaciones.
Te acompaño a descubrir y aprovechar las fortalezas de tu alta sensibilidad para superar la sobreestimulación y el sobrepensamiento.
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